Rellenar arrugas con TOXINA BOTULINICA Y BOTOX ®.
Y te preguntarás…. Con el botox… ¿rellenamos arrugas? Rotundamente no, el botox, relaja los músculos que producen esas arrugas, pero en ningún caso aportan volumen.
Lo utilizamos por tanto para que desaparezcan, como por arte de magia, las arrugas que salen cuando nos enfadásemos, las famosas patas de gallo y las arrugas de la frente al gesticular.
Y para mucho más??. Cuando piensas en kleenex, en rímel, o en danone, sabes realmente que estás nombrando marcas comerciales de productos, verdad?. Pues con el botox ® sucede exactamente lo mismo. Realmente hay un por qué, y es porque botox ® fue el primer nombre comercial que se le
dio a la toxina botulínica. Este post va un poco de historia, porque como siempre se dice, la información nos da el poder. El poder del conocimiento. Pues bien, no vamos a remontar y rememorar la historia de cómo se descubrió el botox y para que es útil en el campo de la medicina estética. Tanto que muy de lejos, es el tratamiento de medicina estética que más se utiliza en la actualidad. En el mundo. Sus bondades, muchas y su defecto, la temporalidad.
Empecemos por la historia, de forma breve pero resulta súper curioso. La historia se inicia oficialmente en 1820, en Alemania, hay documentados
envenenamientos producidos por salsas con carne, conocidos como botulismo (de botulus, que quiere decir salsa). A finales del siglo XIX, y a raíz de 3 fallecidos en un funeral en que 34 personas enfermaron tras comer jamón curado, unos microbiólogos, tb en Alemania aislaron la
bacteria.
Se descubrió pues que la bacteria era capaz de producir 7 toxinas diferentes. De la A a la G. Y las más estudiadas son la A y la B, aunque la más utilizada es la toxina botulínica serotipo A.
Pero como acaba una toxina convirtiéndose en fármaco?
Pues durante la Segunda Guerra Mundial se amenazó con utilizar la toxina como arma biológica por parte de los alemanes, y los americanos montaron rápidamente un laboratorio en el que investigarla a fondo buscando un antídoto. Por suerte, jamás llegó a utilizarse pero más tarde, ya en la década de los 1970-80 todos esos estudios se utilizaron buscando el tratamiento para el estrabismo y blefaroespasmo y vieron que funcionaba.
Allergan, un laboratorio americano, fue el que compró todos esos estudios y el primero en comercializar la toxina botulínica bajo el nombre de Botox ®.
Y como siempre por casualidad, a final de la década de los 80, se dieron cuenta los pacientes tratados con botox ® se producía una desaparición de las arrugas alrededor de ojo.
Voilá! hallazgo al canto y posiblemente sea el mayor y maravillosos descubrimiento y revolución del tratamiento antiarrugas en medicina estética.
En Estados Unidos, su uso para estética se aprobó en 2002 y en Europa en 2004. Hasta bastante tiempo después no entraron en juego los otros 2 laboratorios. De forma que comúnmente a la toxina botulínica, al igual que kleenex ® , Danone ® o rímel ® , se la conoce como botox ®.
Es conveniente saber que realmente, solo hay aprobados a día de hoy 3 laboratorios para comercializar la toxina. Y cada laboratorio ha comercializado 2 presentaciones. La de uso estético y la de uso médico, con nombres diferentes. La diferencia radica en el número de unidades, ya
que en estética para relajar los músculos y que desaparezcan las arrugas, necesitamos menos dosis que para el uso médico de la toxina (para las enfermedades musculares en las que la utilizamos).
Entonces, las principales marcas de toxina botulínica con fin médico del mercado de uso hospitalario por neurólogos, cirujanos maxilofaciales, traumatólogos y oftalmólogos, son las siguientes:
- NeuroBloc® (Eisai Farmacéutica, Madrid, España), indicada para el tratamiento de la distonía cervical (tortícolis).
- B. Botox ® (Allergan Pharmaceuticals Ireland, Castlebar Road, Westport, County Mayo, Ireland), indicada para el tratamiento en adultos de blefarospasmo, bruxismo, hiperhidrosis primaria y severa de la axila, espasmo hemifacial, tortícolis espasmódica y espasticidad de la muñeca y de la mano en pacientes que han sufrido accidentes cerebro-vasculares (ACV) y, en niños con espasticidad por parálisis cerebral.
- C. Dysport® (Ipsen Pharma, Sant Feliu de Llobregat-Barcelona, España), con las mismas indicaciones que Botox® en adultos, está autorizada para tratar la espasticidad de brazo y pierna tras ACV (Accidente cerebro-vascular).
- D. Xeomin® (Merz Pharma España S. L., Madrid, España), está indicada para el tratamiento sintomático del blefarospasmo, la distonía cervical predominantemente rotacional (tortícolis espasmódica) y la espasticidad.
Y las marcas de toxina botulínica aprobadas para uso en estética en el mercado 1 - Vistabel® (Allergan, Irving, California, USA), que fue la primera autorizada en nuestro país, en el año 2004.
- 2 Azzalure® (Galderma, Lausanne, Suiza), que fue la siguiente en ser comercializada, en el año 2009.
- Bocouture® (Merz Pharma GmbH & Co., Frankfurt/Main, Germany) ha sido la última en comercializarse el pasado noviembre de 2010.
De forma continua, tanto la Agencia Europea del Medicamento como la FDA (Food and Drug Administration: Administración de Medicamentos y Alimentos), realizan múltiples pruebas para comprobar la seguridad de la toxina, y van revisando y actualizando las dosis exacta y aplicación especifica, para evitar cualquier tipo de reacción adversa. De forma que la seguridad del médicamente es altísima y podemos estar tranquilos por esa vía también.