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¿Por qué hacer ejercicio físico durante el embarazo? -Alcoy

¿Por qué hacer ejercicio físico durante el embarazo? 🤰
El embarazo es una de las etapas más especiales y transformadoras en la vida de una mujer. Los cambios hormonales, físicos y emocionales pueden generar molestias, cansancio o dolores musculares. Por eso, mantener una práctica de ejercicio físicamente adaptada puede marcar la diferencia — no solo para aliviar esas molestias, sino también para favorecer un embarazo más saludable y preparar cuerpo y mente para el parto.
Beneficios destacados desde la visión de la matrona
Una matrona aporta una mirada integral sobre el embarazo: no solo ve el cuerpo, sino también la experiencia femenina, las emociones, la anatomía funcional (como el suelo pélvico), y la transición hacia el parto y postparto. Aquí algunos beneficios del ejercicio físico con enfoque de matrona:
- Mejora de la respiración y técnica de respiración consciente, esencial para el control durante las contracciones.
- Fortalecimiento del suelo pélvico, clave para prevenir incontinencias y favorecer la recuperación postparto.
- Preparación para un parto más activo, con mayor conocimiento corporal y menor miedo al esfuerzo físico.
- Favorece la comunicación cuerpo-mente para gestionar cambios emocionales, ansiedad o miedo ante el parto.
- Refuerzo de la postura, algo que una matrona valora mucho para evitar molestias lumbares y promover biomecánica adecuada durante el embarazo y parto.
- Mejora de la recuperación posparto: menos dolor, más movilidad y menor riesgo de diástasis abdominal.
Qué tipo de ejercicio recomienda la matrona
Desde el punto de vista de la matrona, estos serían los tipos de ejercicio más adecuados durante el embarazo:
- Pilates prenatal: ideal para fortalecer el core, mejorar la postura, trabajar respiración, conciencia corporal y suelo pélvico.
- Ejercicios suaves de estiramiento y movilidad articular, para aliviar tensiones musculares y prevenir rigidez.
- Caminatas regulares: ayuda a mantener la circulación activa, controlar el peso, y moderar el impacto articular.
- Natación o aquagym prenatal: alivian la presión sobre articulaciones, ayudan con la circulación y dan sensación de ligereza.
- Ejercicios respiratorios y de relajación, que también se pueden integrar en sesiones dirigidas por matrona o en clases mixtas.
Cuándo y cómo supervisa la matrona
Un enfoque de matrona incluye pautas de seguridad y supervisión:
- Pedir aprobación al ginecólogo o matrona antes de iniciar cualquier rutina de ejercicio.
- Revisar posibles contraindicaciones (embarazo de riesgo, hipertensión, antecedentes uterinos, etc.).
- Adaptar el programa según trimestre del embarazo, nivel físico previo y cualquier síntoma particular (dolor lumbar, molestias pélvicas, hinchazón, etc.).
- Monitorizar señales de alarma durante la actividad: dolor abdominal, sangrado, mareos, dificultad para respirar, hinchazón repentina o pérdida de líquido amniótico.
- Ajustar intensidad, duración y tipo de ejercicio si aparecen molestias.










